QUE GASTOS PUEDES DEDUCIR SI TRABAJAS DESDE CASA.

Es habitual que algunos contribuyentes que realizan labores profesionales o comerciales utilicen una sección de su vivienda para llevar a cabo estas actividades. En tales situaciones, la normativa fiscal permite restar ciertos gastos relacionados con la propiedad, siempre y cuando se sigan determinados requisitos y criterios que es importante considerar para evitar problemas.

Renta o depreciación de la propiedad: Según el Artículo 186 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta (Ley del ISR), los contribuyentes que generen ingresos por actividades comerciales o profesionales y usen una parte concreta de su casa únicamente para esos fines, pueden deducir proporcionalmente las rentas que hayan pagado. Si son dueños de la propiedad, pueden deducir también la proporción de la depreciación que les corresponda.

Cálculo de la proporción deducible: La proporción se determina basándose en la relación entre los metros cuadrados empleados para la actividad económica y la superficie total construida de la propiedad. Por ejemplo, si la superficie total es de 250 m² y la oficina ocupa 50 m², la proporción deducible será del 20%.

Deducción del impuesto predial y contribuciones locales: El Artículo 186 permite que se realice una deducción parcial del impuesto predial y otras tasas locales, como las destinadas a mejoras, planificación o cooperación en proyectos públicos que afectan a la propiedad.

En relación con servicios esenciales como agua, electricidad y gas, que a menudo se usan tanto en el hogar como en la oficina, la ley no tiene una norma específica que regule su deducción si la vivienda se utiliza en parte como oficina.

El servicio telefónico puede seguir las mismas pautas que los servicios generales. El alquiler mensual fijo se puede deducir en su totalidad, proporcionalmente o según el uso exclusivo, siempre que se tenga la documentación adecuada. Respecto a costos de mantenimiento y reparaciones, si se pueden vincular al área de trabajo, serán deducibles al cien por ciento.  Si no puede identificarse, se aplicará la misma proporción que se usa para el alquiler o la depreciación.

Es indispensable que la casa-habitación esté registrada como domicilio fiscal o como establecimiento ante el RFC. Esto permite que el SAT pueda verificar que ahí efectivamente se desarrollan las actividades económicas.

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